El desenfoque de movimiento es una técnica fotográfica utilizada para transmitir una sensación de movimiento en una imagen. Difuminando intencionadamente los elementos en movimiento y manteniendo nítidas las partes fijas, los fotógrafos pueden captar el dinamismo y la energía de diversas escenas. Este efecto se consigue utilizando una velocidad de obturación más lenta, lo que permite que la cámara grabe el movimiento durante un período más prolongado. El desenfoque de movimiento resulta útil en diferentes escenarios como la fotografía deportiva, donde congela la acción y crea una sensación de velocidad y emoción. En la fotografía creativa, añade un toque artístico y de ensueño, evocando emociones y transportando a los espectadores a un mundo surrealista. Además, las exposiciones prolongadas con desenfoque de movimiento pueden producir impresionantes estelas de luz en condiciones de poca luz, añadiendo un toque encantador a los paisajes urbanos nocturnos o a los cielos estrellados. Esta técnica también es eficaz para contar historias, enfatizar viajes, retratar movimientos de baile o mostrar la velocidad de los vehículos. Si se emplea con cuidado, el desenfoque por movimiento puede realzar las fotografías y dotarlas de un atractivo visual único y cautivador.